Vivimos tiempos difíciles y desafiantes que están erosionando los cimientos de nuestras comunidades. Los comportamientos racistas contra las personas de color y otros colectivos, están desgarrando constantemente el tejido moral de nuestra sociedad.
Nelson Mandela, el gran líder que acabó con el apartheid, dijo una vez: “Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, su origen o su religión. Las personas deben aprender a odiar, y si pueden aprender a odiar, se les puede enseñar a amar, porque el amor llega más naturalmente al corazón humano que su opuesto».
De hecho, podemos aprender a amar. El amor y otras cualidades prosociales forman parte, más naturalmente, de quiénes somos como humanos que sus opuestos. Ahora es el momento de adoptar estos enfoques sencillos para entrenar a nuestra mente. https://hablemosdeneurociencia.com/neurobiologia-la-compasion-mindful/
Nuestra tarea en última instancia debe ser transformar el miedo, el odio y otras emociones negativas en confianza y amor. Solo a través de la confianza y el amor podemos salvar efectivamente la brecha que está desgarrando nuestras sociedades.
La ciencia está demostrando que el miedo contrae la conciencia. Cuándo nuestra conciencia se contrae, literalmente no vemos, oímos ni sentimos todo lo que nos rodea. Nuestro campo de percepción literalmente se reduce y nuestra realidad se distorsiona, de modo que terminamos viendo sólo lo que tememos, y no lo que realmente está ocurriendo. Cuando las acciones resultan del miedo, a menudo son destructivas y, a veces, incluso letales. https://www.investigacionyciencia.es/revistas/mente-y-cerebro/el-concepto-del-alma-671/el-miedo-en-el-cerebro-humano-14181
En lugar de provocar un sentimiento de impotencia, las múltiples crisis que enfrentamos hoy solo activan y energizan aún más mi pasión por el trabajo comprometido colectivamente: un mundo más amable, más sabio y más compasivo y un compromiso inquebrantable para practicar el antirracismo.
Debemos trabajar juntos para traducir nuestras buenas intenciones en acción. Debemos insistir en que cada búsqueda de nueva posición incluya un alcance.
Este es también un momento para cuidarnos bien. Nuestro bienestar individual es importante. No podemos ser agentes efectivos de cambio a menos que lleguemos a este trabajo con nuestros recipientes de combustible mental y espiritual llenos.
Tomemos este tiempo para reflexionar y nutrir nuestro propio bienestar, mientras reflexionamos sobre cómo puede servir a los demás.
El futuro mismo de nuestra humanidad depende de nuestro trabajo colectivo para nutrir la capacidad de todos los seres humanos para prosperar.
Con gratitud y bendiciones,
