No se trata de salir fuera a cambiar las cosas, si te cambias a ti mismo, a ti misma, el mundo cambia. Esta es la premisa que propone el Yoga, en un nuevo paradigma de la no dualidad: La paz está dentro de ti.
Encontrar el sentido se ha vuelto, hoy en día, en algo aún más relevante, es un factor clave para nuestra supervivencia. Nuestra vida tiene sentido cuándo sentimos que es Significativa, que tiene valor, cuándo hay un Propósito, algo que las encamina al futuro y cuándo creemos que nuestra vida es coherente, que hay una cierta narrativa, cierta historia que engloba todas las experiencias, incluyendo el sentido que le damos al mundo. Hace que la vida no sea aleatoria, sino que tenga sentido, que sea coherente.
Me gusta la relación que se da entre la fuerza, el cariño y el silencio. Cada una de estas cualidades viven y vibran en nosotras y nosotros, la mayoría del tiempo en forma latente, y cuando encontramos la manera de desplegarlas podemos sentir una integridad y una tranquilidad que tiene mucha consistencia, también belleza. Y es que somos consistencia y belleza, esa es una verdad. Y el Yoga es un camino increíble para descubrirlo.
Cuanto más nos conozcamos y nos demos la atención necesaria para poder aceptar nuestros miedos y sombras, para mirarnos con cariño, con respeto, más naturalmente irán aflorando nuestras fuerzas y nuestra claridad.
El movimiento es una forma de autoconocimiento, nos proporciona una forma directa de establecer contacto con la conciencia del cuerpo, el lugar en el que suelen expresarse, a menudo de forma inconsciente, las emociones. Aumentar la conciencia de nuestro cuerpo nos proporciona un lugar adicional en el que asentarnos y desde el que contemplar nuestros pensamientos.
Sería interesante cambiar el paradigma, escucharnos más, percibir y desde ahí ir creando un paisaje, para dejar que lo que está contraído, atrapado, se libere, se exprese, sin mucha intervención. Invitar a un orden (frente a intervenir), crear un contexto para que el orden emerja, es más orgánico, observar cómo se expresa el cuerpo y llevarlo a un lugar más confortable, más ordenado.
La ciencia empieza a descubrir lo que la mística lleva siglos diciendo: que estamos interconectados, que todos somos uno, ciencia y conciencia se están dando la mano. Empezamos a darnos cuenta, sobre todo con la física cuántica, que somos universo, que no es algo diferente de nosotros. La visión mecanicista y trasnochada está devaluada, estamos entrando en un nuevo paradigma. Antes es el mundo y yo, y tengo que transformarlo. Ahora no tenemos que salir fuera, estamos conectados, si te cambias tú el mundo cambia.
Estamos empezando a comprender que el mundo no está para ser transformado, sino para ser contemplado y ser disfrutado, antes de hacer nada, hay que mirar. El mundo no nos es adverso, el mundo no hay que conquistarlo, el mundo es nuestro, nos es propenso. Todo se conjura para que seamos lo que tenemos que ser, cuándo estamos en nuestro centro, todo se coloca. El mundo está a nuestro favor.
Namasté
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.
ACEPTAR